Hay dos aniversarios que celebro hoy, es decir, la fecha en la que este post aparecerá publicado. Para empezar, se cumplen dos años de vida de este blog y, siguiendo la costumbre iniciada en Un año, me tocaría hacer balance, rendir cuentas a mí mismo. Después de dos años de autobombo, viajes y divulgación, las alegrías y las decepciones se compensan, por decirlo de una forma simpática. Seguramente, las decepciones son fruto de las altas expectativas que pongo en la repercusión de un determinado post. Debería aprender de los budistas a aniquilar el deseo, a no estar pendiente del posible efecto de mis ocurrencias. Por este motivo, no volveré a hacer balances o estadísticas del seguimiento del blog en el futuro.

Números
Este post es el número 54 del blog, quincuagésimo cuarto en letra. Eso hace una media de un post cada dos semanas a lo largo de este par de años. Sin embargo, el ritmo de escritura ha disminuido: 34 publicados durante el primer año, unos 20 en el segundo. Mea culpa. Subestimé el tiempo que lleva escribir algo razonable y medianamente documentado. Parece que no es tan sencillo ser «creador de contenidos». Hay algunos temas que aún no he desarrollado por la fuerte inversión temporal que requieren. Por eso no descarto reducir aún más el ritmo de escritura a cambio de una mayor satisfacción personal con el producto final.

El número de visitas a la web durante el segundo año casi duplica las del primero. Haber superado las 15.000 visitas no es un mal dato, a pesar de que esta cantidad esté todavía muy lejos de convertirme en un influencer. Realmente, habría que reflexionar sobre lo que significan las hinchadas cifras en las redes sociales: para mí lo extraño es que contemplar a un niñato que se graba a sí mismo jugando a Fortnite sea algo tan demandado hoy día… Así que un post como Minerales de Mazarrón tiene, ni más ni menos, las visitas que merece, que son las de las personas que, eventualmente, combinan su interés en el tema con el acceso a internet. Es posible, incluso, que esté alcanzando a mi techo (y no de cristal).
Lectores
En múltiples ocasiones, me he preocupado de hacer llegar el enlace directo a uno de mis posts a alguien que pensaba que podría interesarle. Unas veces por alusiones directas, otras porque creía conocer el gusto del destinatario (incluyo amigos). Y sé a ciencia cierta que muchas de esas ocasiones la entrada no ha sido leída porque ni siquiera el enlace ha sido cliqueado (privilegios de administrar mi propia web). Mucho peor que ser un pesado insistente, al estilo de Paco Umbral aquella noche que fue a la tele a hablar de su libro, es ver cómo tus propios amigos te mienten en la cara. Agradezco a mis lectores habituales su fidelidad, y entiendo que otras personas, muchas, encuentren mis escritos infumables. Así que adopto otra nueva resolución: además de dejar de hacer balances, dejaré de hacer preguntas incómodas.

Si bien los conocidos te pueden decepcionar, a veces un desconocido te puede dar una inesperada alegría. Ha ocurrido con varios posts. Por ejemplo, Las librerías de Francia recibió un comentario crítico y bien documentado de José Antonio Cabrera, afirmando que no hay más librerías en Francia que en España. El post de «crítica literaria» Tres novelas y la vida anotó un elogioso comentario desde Buenos Aires, por Daniel Medina Alaníz. Otros posts, como Burkina Faso o El Cañarico, han registrado un inesperado gran número de visitas. Supongo que es porque apelan más a la emoción: la imagen amable de un país con muchos problemas, o los recuerdos compartidos de un mundo cercano que se desvanece.
Repercusión
Acción, reacción… repercusión, cantaba Manu Chao. Seguramente éste sea el aspecto en el que me siento más quemado tras dos años. Sólo contabilizo dos actividades (presenciales) en relación con los intereses de mi blog. En primer lugar, organizar una visita a las Minas de Mazarrón para un grupo de estudiantes y profesores de la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Cartagena, pero esto se lo debo a mi buen amigo y lector Pedro Martínez Pagán. La segunda, impartir una charla de divulgación matemática en Lubango (Angola) basada en mi post Área. Salvo esas dos excepciones, son muchos los proyectos surgidos alrededor de mi web que han quedado en caldo de borrajas. No diré más: si alguien se siente aludido, seguramente también tenga mi teléfono en su agenda.

Mi blog ha sido enlazado desde algunas webs. Notablemente, la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Murcia, en lo que respecta a mi tarea científico-divulgativa. Otras veces, simplemente te encuentran por Google: una periodista de COPE contactó conmigo para documentar, o adornar, una noticia sobre la reciente promoción del Interrail. El resultado fue una pequeña intervención radiofónica a modo de entrevista, grabada para un programa informativo de mediodía, donde relataba alguna de las experiencias de mi viaje en 1996. Las redes sociales también han contribuido proporcionando feedback. Minerales de Espinardo provocó algo de preocupación por señalar la riqueza de la zona a posibles expoliadores. Por otra parte, mi denuncia sobre el contenido en amianto de las rocas de ciertas canteras de la Región de Murcia no parece haber tenido ningún efecto, hasta ahora.
El otro segundo aniversario
Creo que el balance de estos dos años de blog ha quedado equilibrado: satisfacciones y decepciones se compensan mutuamente. Pero dije al comienzo que había un segundo aniversario celebrar hoy. Y si lo pongo en la balanza, ésta se inclina hacia el lado de la felicidad: nuestro hijo cumple dos semanas. Aquí va la tercera y última resolución para los años venideros, que no es otra que preparar algunos posts que sean comprensibles por los pequeños lectores.
¡Feliz otoño!

Me ha encantado el balance, y especialmente el pensamiento que dedicas a tu retoño y a hacer legibles tus próximos posts por niños. Eso sí, soy el primero que se identifica con la cara de no saber por dónde van los tiros cuando preguntas si te he leído el último post subido (salvo cuando ya lo he leído 😀 ).
Abrazo y a seguir con este blog!
Bernardo.
¡Muchas gracias Bernardo!
Sabes perfectamente que esa queja no va por ti. Todo lo contrario, agradezco tu apoyo desde el principio. Tenía ganas de cerrar ese ciclo de «difusión personalizada», intentado obtener feedback de gente que aprecio, precisamente para no perderles el aprecio ni el respeto…
El blog seguirá funcionando igual, en la medida que las nuevas responsabilidades me lo permitan 🙂
¡Un abrazo!
Hola amigo Matías, sigue así, documentándonos de todo aquello que te apasiona y, que a través de tu blog, nos permite compartirlo y disfrutarlo. Muchas gracias por la alusión. Decirte que los estudiantes de Ingeniería de Minas de la UPCT disfrutaron de vuestras explicaciones y de la visita al Museo Minero de Mazarrón. Por cierto, la festividad a nuestra patrona (Santa Bárbara), que es el 4 de diciembre, ya empieza a aproximarse, no digo nada.
Y enhorabuena por ese hijo que habéis traído al mundo que ya conoceré a su debido tiempo.
Mientras tanto recibe un abrazo y saludos para Tere.
Pedro.
Muchas gracias Pedro por tu comentario y tu amistad. Tomo nota de esa fecha con la esperanza de que para entonces Tere y yo tengamos totalmente dominada la situación 😉
¡Un abrazo fuerte!
Estupendo post Matías!!!
Felicidades por ambos aniversarios.
Pedro.