Ojos Negros

No estaba en mis planes escribir dos post seguidos sobre cotos mineros, pero algunos de los temas en los que estoy trabajando para el blog todavía no están maduros para publicación. Así que, aprovechando que hace apenas una semana Tere y yo estábamos visitando las minas de Ojos Negros ubicadas entre las provincias de Teruel y Guadalajara, haré una pequeña crónica mineralógica de lo que vimos.

Molino harinero que puede verse entre la población turolense de Ojos Negros y el coto minero.

Quizás una de las cosas más llamativas es lo evocador del nombre, Ojos Negros. No recuerdo en qué curso de la EGB lo oí por primera vez como una de las minas de hierro más ricas de España. Sin embargo, nunca lo consideré un objetivo principal en mis «viajes con Mirete» por los minerales de hierro en sí, principalmente óxidos terrosos muy poco atractivos. Cierto que también hay minerales de hierro más bonitos, pero son similares a los de muchas localidades más cercanas a Murcia. En tal caso ¿qué hacemos aquí?

Pista que da acceso a las canteras desde un poblado minero.

El origen del yacimiento es sedimentario, una acumulación de óxidos e hidróxidos de hierro de edad ordovícica provocada por meteorización de rocas continentales. Es de suponer que durante la diagénesis parte del hierro pasó a carbonato, siderita, acompañando al carbonato de calcio y magnesio, dolomita, que es el mineral coleccionístico por excelencia de Ojos Negros. Posteriormente, durante la orogenia la masa de hierro quedó expuesta en forma de anticlinal, con lo que la acción de las aguas supergénicas comenzó a alterar la siderita y formar nuevos minerales como la goethita.

El autor examinando muestras en uno de los frentes de explotación.

Al parecer, existen en las minas de Ojos Negros carbonatos complejos de hierro y magnesio, que yo no podría diferenciar con mis rudimentarios medios. Así que vayan mis disculpas por adelantado si alguna de las sideritas mostradas resultara ser breunnerita.

Cristales de siderita mostrando translucidez, encuadre de 25 mm.
Cristales de siderita alterados en limonita.
Hematites en variedad micácea, con aspecto de filita es muy deleznable y deja la típica «purpurina» en los dedos.
Goethita, con su típico aspecto botroidal.
Dolomita, carbonato de calcio y magnesio cristalizado en romboedros.

Pero aún no he dicho qué hacía por Ojos Negros… El pasado verano me crucé con unos coleccionistas que me hablaron del cuarzo que aparece en cierto sector de las minas. Como ya dije en un post anterior, yo me declaro buscador de cuarzo. La posibilidad de unos cristales que pudiera hermanarse con el «hielo de Carrascoy» era algo que debía investigar. Al final pude observar unas muestras de cuarzo entre unos acopios de mineral de hierro, que por haber pasado por molinos estaban algo estropeadas. Por cierto, sobre el cuarzo, a su vez, se depositan óxidos de manganeso.

Gran punta de cuarzo desgajada de una drusa.
Agregado de cristales de cuarzo.
Hielo en uno de los caminos… no hay que olvidar que aquí refresca por la noche.

Lamento decir que no recogí ninguna muestra de aragonito, que aquí se presenta en cristales transparentes de gran belleza… pero seguro que en el siguiente viaje cae: además del cuarzo hay muchas razones para volver a las minas de Ojos Negros y su comarca.

Castillo de Zafra, no muy lejos de Ojos Negros y localización de varias escenas de Juego de Tronos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *