Montemáticas

Momento de descanso con un visitante checo en la subida a La Sagra por el «Embudo» (Fucking Funnel, desde entonces). Solamente repetía la ruta que aprendí en las «Montemáticas»… La foto la tomó Ricardo, un estudiante que tras licenciarse tuvo que elegir entre las Matemáticas y la Montaña (la solución, al final).

Hace unos días se publicó un informe de la Oficina del Dato Único de la Universidad de Murcia titulado El envejecimiento del PDI funcionario. Al margen de lo inquietante que me resulta esa afición de nuestros dirigentes a poner nombres a los organismos dignos del 1984 de Orwell, no es menos inquietante que la plantilla de mi Universidad (y las demás) envejece en media. En particular, uno de los datos del estudio revela que 2020 el grupo de edad (quinquenal) más numeroso entre el profesorado funcionario era el que iba de 55 a 59 años. Peor aún, en 2010 el grupo más numeroso era el 45-49, o sea, los mismos. Apenas hay relevo generacional y en cuestión de 10 años se producirá una situación crítica. A estas alturas, mis apreciados lectores estarán preguntándose qué tiene que ver todo esto con el título del post: Montemáticas.

Gráficos de distribución por edades en distintos grupos de PDI funcionario en la Universidad de Murcia, tomados del informe de la ODU (las siglas TU y CU hacen referencia a profesores titulares y catedráticos de universidad).

Las Montemáticas, propiamente dichas

Hace 20 años éramos prácticamente los mismos en el Departamento de Matemáticas. Por supuesto, ha habido nuevas incorporaciones, alguna baja, últimamente varias jubilaciones y, lamentablemente, también decesos, pero eso son anécdotas comparadas con el grueso de la «pirámide» demográfica del PDI. Así que hace 20 años éramos esencialmente los mismos, pero más jóvenes y con más ganas de hacer cosas, tanto en la Universidad como fuera de ella. En ese contexto, hacia 2004 y por iniciativa de nuestro compañero José Pastor, consumado montañero y autor del blog Montañas del Sur, comenzamos a hacer algunas excursiones a montañas de la Región de Murcia y alrededores que se llamaron Montemáticas (¿copyright?).

José Pastor en la Sierra de María.

Las excursiones Montemáticas se realizaban en un solo día. La cumbre coincidía con el momento del almuerzo/comida para lo que se llevaban bocadillos. Después de esto, la bajada era mucho más relajada. Hubo subidas a La Sagra, Sierra de María, Espuña, Ricote… de las que no queda demasiado testimonio gráfico. Aquí pondré algunas fotos de las que aún quedan en la, muchos años inactiva, página web donde se daba cuenta de estas sesiones.

Ascenso a Sierra Espuña por la Senda del Caracol.
Almuerzo en el Morrón de Espuña.
Una mañana fresca en La Caleruela.
Cima de la Sierra de María. Hacía tanto frío que ni sacamos los bocadillos. La falta de equipamiento adecuado es una constante en mí: soy el que lleva guantes de bricolaje.

¿Matemáticas y montaña?

La Facultad de Matemáticas de la Universidad de Murcia no tiene cantina. Si bien esto puede ser algo meramente coyuntural (volumen del alumnado, oportunidad de negocio…), tradicionalmente las cantinas surgen para proporcionar comida caliente a los alumnos que, tras las lecciones teóricas de las mañanas, deben hacer prácticas por las tardes. No era el caso de Matemáticas, a pesar de que ahora hay más prácticas de ordenador… ni tampoco de Filosofía, otra facultad sin cantina. Ciertamente, no compartir prácticas ni comidas hacía que los estudiantes de Matemáticas no estuviéramos tan «cohesionados» como los de otras carreras científicas.

Nevada en Fuente Dé, para la que iba precariamente equipado (1991).

Ese era el panorama cuando entré como estudiante, y fue también el motivo de que no perdiera la oportunidad de «asociarme» (más bien, fui «adoptado») a una promoción de Biología, sólo un curso mayores que yo, para realizar distintas salidas de campo, algunos viajes por España y, por supuesto, visitar alguna montaña. Un buen número de Licenciados en Biología de esa promoción se incorporó a la Universidad de Murcia, y ahora avanzamos todos juntos en la «joroba» del gráfico de envejecimiento del PDI  😕

Ascensión a uno de los cerros en la Reserva de Saja.

Unos pocos años después, acabando mis estudios, gracias a las Becas del Programa Intercampus E./AL. pude viajar a Sudamérica (Paraguay y Perú). Aunque el motivo de los viajes era la realización de unas prácticas docentes, hubo ocasiones para conocer algo mejor los países de acogida, y los limítrofes, si se terciaba. En particular, en los Andes peruanos disfruté de la experiencia de estar a más de 5000 metros sobre el nivel del mar. Con bastante trabajo y resbalando continuamente, trepé por un glaciar. Es lo más alto a lo que me han llevado las Matemáticas 😉

Foto tomada desde lo alto del Nevado Pastoruri, glaciar andino en Perú (1995).

Ya incorporado como profesor en la Universidad de Murcia, y antes del comienzo de las Montemáticas, recuerdo algunos momentos divertidos en la montaña y de los que apenas queda alguna foto.

Cima de Revolcadores, con mi amigo y colega Pedro Fernández y dos de sus estudiantes en aquella época. No estoy descalzo por gusto, sino porque se me empaparon las botas y los calcetines de agua.

Conclusión

El toque de atención sobre el envejecimiento del personal de la Universidad de Murcia me ha hecho recordar lo diferentes que eran las cosas hace un par de décadas: teníamos más ganas de hacer cosas y más tiempo para quedar en fin de semana. Sin embargo, la edad no es el motivo de mayor peso en esta transformación. Las excursiones a la montaña es uno sólo de esos aspectos que hemos perdido, de momento… antes del COVID hubo algún amago de recuperar la parte lúdica de ser profesor de Matemáticas, como un divertido descenso con algunos compañeros en bote por el río Segura, entre Cieza y Blanca. No es lo mismo, pero hubo fuertes descargas de adrenalina.

Momento más intenso del descenso por el río Segura: la bajada por la presa antes de Abarán.

He hablado en ocasiones con Jose Pastor sobre la posibilidad de recuperar las Montemáticas, aunque sea en versión «senior». Las Matemáticas siguen pareciendo una materia muy árida para los que están fuera de ellas y transmitir a los posibles estudiantes que los profesores de Matemáticas somos capaces de divertirnos y parecer gente «algo más normal» seguramente redunde en una mejor percepción de esta carrera.

Excursión al Mont d’Or durante un congreso de Espacios de Banach, celebrado en Métabief (Francia) en 2019.

Respuesta a la incógnita del primer pie de foto: Ricardo escogió la Montaña. Lo último que supe de él es que andaba por USA formándose para ser «Forest Ranger» en los National Parks de Norteamérica.

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