Minerales estratégicos

Hace unos días tuve el honor de asistir al acto de graduación de la última promoción de Ingenieros de Minas en la Universidad Politécnica de Cartagena, invitado por mi amigo Pedro Martínez Pagán. El programa incluía una conferencia de José María González Jiménez (Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra – CSIC) titulada «Metales estratégicos: pasado, presente y futuro.» El término metales estratégicos viene a ser casi sinónimo de elementos estratégicos, porque casi todos son metales (de hecho, la mayor parte de los elementos presentes en la tabla periódica son metales a efectos químicos y físicos), y también equivale a minerales estratégicos, porque se obtienen de la minería.

Mineral de Sierra de Filabres. Hace 100 años fue explotado por el hierro (siderita) y el cobre (calcopirita), pero contiene otros metales a los que no se les dio importancia entonces… quien sabe si las viejas minas no guardan una sorpresa.

El matiz que aporta el término estratégico varía con las necesidades humanas. En este sentido, nos ocuparemos de algunos de los elementos que son fundamentales para las tecnologías del siglo XXI, principalmente electrónica y la llamada «descarbonización de la economía». Un pequeño apunte personal: no existe todavía nada más eficiente para conservar y disponer de la energía que el enlace covalente del carbono. La Evolución Darwiniana ha determinado que esa sea la forma de energía que usamos todos los organismos pluricelulares del planeta. Otra cuestión es si el uso tecnológico del carbono puede hacerse mucho mejor de lo que se hace. Pero hay una cosa clara: el componente de un automóvil más proclive a dejarte tirado es, y seguirá siendo, la batería.

Murcia, España y mi casa

En mi despacho de la Universidad de Murcia tengo una pequeña colección de menas de los metales más corrientes con fines «pedagógicos». Por eso, tras escuchar la conferencia de José María, me pregunté si podría preparar una muestra similar (y virtual) de minerales estratégicos con ejemplares de mi colección. Complicando un poco más la cosa, intentar que sean ejemplares de proximidad, preferiblemente Murcia. Esto no siempre ha sido posible y, además, he considerado oportuno fotografiar muestras que poseo pero no pertenecen a la colección, técnicamente hablando (la diferencia entre ser de la colección o no está explicada aquí). Esos ejemplares se reconocerán por no tener lugar de procedencia. Los metales elegidos están basados en la charla de José María y varias listas e informes obtenidos de internet. Una observación, no he incluido el hierro, que no parece ser estratégico, supongo que por su abundancia, ni el grafito, que no es metal. Estoy abierto a incluir nuevos metales en el post que me sean sugeridos si realmente son estratégicos y dispongo de muestras ilustrativas.

Ver mi post Libros de Mineralogía

Cobre

El cobre es un elemento que no ha dejado de ser estratégico desde hace milenios. Es el primer metal cuya metalurgia dominamos, nunca ha dejado de usarse y, de cara al futuro, resulta fundamental en electricidad y electrónica. Obviamente, automóvil eléctrico necesita mucho más cobre que el de combustibles fósiles. En lo que respecta a Murcia, en el pasado se explotaron unas pocas minas de cobre y tendría que estar la economía global realmente mal para que se replantee la extracción de cobre en la Región, ya que este metal es mucho más abundante en otros lugares del planeta.

Mineral de cobre de Santomera, principalmente bornita.

Como muestras he seleccionado dos procedentes de minas de cobre genuinas, es decir, los minerales de cobre constituyen la mineralización principal de los filones. Concretamente, las minas de Santomera y Las Balsicas de Mazarrón.

Mineral de cobre de Las Balsicas (Mazarrón). Se trata de un filoncillo de calcopirita y cobres grises parcialmente alterado en carbonatos.

Aluminio

El aluminio es un metal fundamental por aunar ligereza y resistencia en sus aleaciones. Es un elemento relativamente abundante en la corteza terrestre (forma parte de abundantes silicatos, incluyendo componentes de la arcilla), pero no es fácil de obtener. El principal mineral de aluminio es la bauxita, una mezcla terrosa de hidróxidos del metal que tiene su origen en antiguos suelos tropicales. Se requiere mucha energía para liberar el aluminio de la bauxita, por lo que el reciclaje del liviano metal es particularmente importante.

Mineral de aluminio, bauxita, procedente de Zarzadilla de Totana.

Existe en la Región de Murcia un pequeño yacimiento de bauxita cerca de Zarzadilla de Totana, descubierto y estudiado por don Bartolomé García Ruiz. Debido a su poca extensión se trata más de una curiosidad mineralógica que de un recurso explotable. Acompaño esta reseña con una muestra del óxido natural cristalizado de aluminio, el corindón, que según variedades y colores, recibe también los nombres de zafiro y rubí.

Cristal hexagonal de rubí, corindón rojo. Químicamente es óxido de aluminio.

Níquel

Muy abundante en el núcleo de la tierra, el níquel es un elemento escaso en la corteza terrestre. Tradicionalmente se ha usado en la elaboración de aceros especiales, sin embargo ahora tiene un papel destacado en la fabricación de baterías para automóviles eléctricos. Los yacimientos de níquel suelen estar ligados a segregaciones de las rocas profundas del manto. No nos consta la presencia de minerales de níquel en la Región de Murcia, aunque sospechamos que este metal podría aparecer en la geoquímica de los volcanes de Tallante (Cartagena). Así pues, las muestras son de otros lugares.

Mineral de níquel de Ojén (Málaga), los puntos dorados esparcidos en la roca son de niquelita. La piedra ha sido mojada para destacar el mineral de níquel sobre los otros componentes.

En primer lugar, una muestra de Ojén (Málaga) donde se explotó una mena compuesta de minerales de cromo y níquel. En segundo lugar, una pieza procedente de la mina Aguablanca en Monesterio (Badajoz), la principal mina de níquel de España. Consiste en una masa de pirrotina con cristales de pirita, conteniendo una fracción de cobre y níquel que hace rentable su explotación.

Mena de Aguablanca en Monesterio (Badajoz) formada principalmente por sulfuros de hierro con cantidades apreciables de cobre y níquel.

Cobalto

Este metal se ha usado tradicionalmente en la fabricación de pigmento azul y algunas aleaciones. Las necesidades del automóvil eléctrico han multiplicado la demanda de cobalto, cuyo principal productor es la República Democrática del Congo. El mejor yacimiento de España, explotado en el pasado, se sitúa en el Pirineo Oscense (en Donde te lleven las piedras cuento mi visita a esas minas). Las muestras elegidas no son murcianas, pero sí de lugares más cercanos.

Cristales de eritrina «flores de cobalto» sobre una superficie de dolomía, con otros minerales de Huércal-Overa (Almería).

En primer lugar, cerca de Huércal-Overa (Almería), en el llamado Cerro Minado, se explotaron unas minas de cobre que contienen bastante cobalto, principalmente en forma de eritrina (flores de Cobalto). En la Sierra del Segura, cerca de Cazorla (Jaén) quedan vestigios de unas minas con una paragénesis muy compleja que incluye algunos minerales de cobalto: asbolana, eritrina y cobaltocalcita.

Asbolana, mineral de manganeso con cantidades variables de cobalto, de la Sierra del Segura.
Cobaltocalcita (calcita teñida con sales de cobalto) acompañada de carbonatos de cobre, de la Sierra del Segura.

Litio

Seguro que ha todo el mundo le suena el uso de este elemento en fármacos psiquiátricos. Además de eso, el litio es un componente esencial en las baterías de los automóviles eléctricos. El litio proviene de dos tipos de yacimientos: como metal alcalino, sus sales forman parte de las evaporitas de ciertas cuencas endorreicas (salares sudamericanos, por ejemplo); pero también es componente de algunos silicatos de las pegmatitas, principalmente la mica lepidolita.

Cristal de mica lepidolita, fuente de litio, al trasluz.

No estando seguro de si el litio evaporítico es totalmente descartable en la Región de Murcia, las pegmatitas hay que buscarlas en otros lugares de España. Conservo un gran trozo de pegmatita de litio de La Fregeneda (Salamanca), recogida en una mina de estaño. La otra muestra es peculiar, se trata de kunzita, una piedra semipreciosa rosada, variedad de espumodena, que contiene litio en su composición.

Pegmatita de litio, de La Fregeneda (Salamanca).
Cristal de kunzita, piedra semipreciosa de curioso color.

Cromo

Muy conocido por los revestimientos galvanoplásticos de otros metales, especialmente cuando toca renovar la grifería del baño. Pero el cromo es algo más que estética, ya que es componente esencial en aleaciones, siendo la más corriente el acero inoxidable. Sus yacimientos, al igual que los de níquel, están ligados a afloramientos de rocas profundas del manto. Por ese motivo, las que fueron las minas de cromo más importantes de España se encuentran en las peridotitas de Málaga. No obstante, se han identificado minerales de cromo a nivel microscópico en los volcanes de Tallante.

Mineral de cromo, cromita, de Ojén (Málaga).

Como muestras presentamos una cromita de Ojén (Málaga), y un mineral de fascinante color verde, la uvarovita o granate de cromo.

Granate de cromo (uvarovita) sobre cromita.

Manganeso

Este metal es un componente importante de algunas aleaciones, pero se consume en mucha mayor cantidad como ingrediente en las baterías desechables. Las mayores reservas se encuentran en Sudáfrica, siendo explotado también en otros países del continente africano. En los fondos oceánicos se forman nódulos de óxido de manganeso que son interesantes por su contenido en otros metales, singularmente cobalto, níquel y titanio (nódulos polimetálicos). Los minerales de manganeso son frecuentes en Murcia y han sido explotados en algunos lugares. Destaca el yacimiento sedimentario de La Parroquia (Lorca), pero mis muestras son de dos lugares que frecuento mucho más.

Masa escoriforme de mineral de manganeso, de Espinardo.

La primera es una masa escoriforme de pirolusita de Espinardo, recogida en el Campus Universitario. La segunda, un arbolito de manganeso, forma de presentación de la manganita, procedente de Mazarrón.

Agregado de manganita tipo «arbolito» de Mazarrón.

Tierras raras

Se llama tierras raras a un conjunto de elementos dispuestos en la parte baja de la tabla periódica que son fundamentales en aplicaciones electrónicas, producción de energía y catalizadores. Como su nombre parece indicar, son en general escasos, excepto el cerio que es un ingrediente de las piedras de mechero, y quizás el neodimio, popular componente de una aleación para potentes imanes. Algunos elementos integrantes de las tierras raras se obtienen directamente de la familia de fosfatos llamada monacitas, otros aparecen como contaminaciones en ciertos minerales.

Apatito, con cierto contenido en tierras raras, de La Celia (Jumilla).

El mayor yacimiento de tierras raras de Europa se encuentra en la provincia de Ciudad Real, dispersas en el suelo en una gran llanura. Su explotación ha sido desestimada por cuestiones medioambientales. En la Región de Murcia se han identificado tierras raras en los apatitos de La Celia (Jumilla).

Jumillita, la peculiar roca volcánica que porta el apatito y minerales raros.

Epílogo

La promoción de ingenieros de minas a cuyo acto de graduación asistí no era muy numerosa. Por eso la presencia entre los jóvenes graduados de una chica de origen latinoamericano y de un chico de familia eslava resultó más llamativa. Es muy probable que estos futuros ingenieros tengan que desarrollar su carrera profesional en el extranjero porque España no es país para mineros. Esto nos pone en una situación peculiar como nación: queremos energías limpias, smart cities, transición ecológica, amén de otras expresiones tan rimbombantes como ridículas, pero no queremos ser parte del correspondiente desarrollo tecnológico. Hemos pasado del ¡qué inventen ellos! de Unamuno al ¡qué también fabriquen ellos! La dejación gubernamental en los sectores productivos de la economía es más que evidente y nos encaminamos hacia un modelo de país de (malos) servicios y funcionarios.

Salón de actos en la Escuela de Minas de la UPCT al comienzo de la charla de José María.

Convendría pararse un momento a pensar de dónde salen los materiales con los que se elabora la tecnología que nos gusta tener alrededor para hacer nuestra vida más fácil, comenzando por el móvil. A nadie le agrada tener una mina cerca de su casa, pero la situación actual es que países como China queman petróleo a espuertas y contaminan sin escrúpulos sus ríos (por ende nuestros mares) para producir baterías y componentes con los que tranquilizar nuestras conciencias ecoburguesas europeas haciéndonos pensar que avanzamos por el buen camino.

Navajas

El verdadero coleccionista colecciona colecciones. Por favor, vuelva a leer la frase en caso de confusión. En efecto, ser coleccionista no es la afición por un determinado tipo de objetos, sino una tendencia a acumular cosas bajo ciertos patrones, siendo esto último lo que nos diferencia de los afectados por el síndrome de Diógenes. Por supuesto, lo que se puede coleccionar (o simplemente acumular) está condicionado por la disponibilidad, presupuesto y tiempo, pero el patrón es fundamental porque constituye el relato que vertebra la colección. A lo largo de varios posts he manifestado mi interés por los minerales y los libros. Hoy hablaré de navajas, mi modesta colección y el relato que la vertebra.

¿Armas blancas?

Una navaja es un cuchillo que se pliega para reducir su tamaño y proteger del filo al portador, que queda recogido dentro de la empuñadura. Como cuchillo, se espera que tenga un filo y, eventualmente, una punta aguda. Esto convierte a las navajas en «armas», de forma que su transporte y uso queda regulado por la normativa vigente. De manera resumida, se puede llevar encima una navaja no automática, con hoja de no más de 11 centímetros de un solo filo siempre que se pueda justificar su necesidad, lo que queda a la interpretación de los agentes de la ley. Sin duda, es gracias a esta estricta normativa que no andamos por el mundo resolviendo nuestras disputas a navajazos (nótese la ironía).

Robusta y ergonómica navaja Victorinox, que cumple con la normativa (observe la regla) para poder usarse, en actividades «justificables» como camping, caza…

En general, una navaja no es muy adecuada para ser usada como arma. Tener partes móviles le resta robustez y si el mecanismo de bloqueo falla (o no existe) puede provocar cortes en la mano del portador. No obstante, me veo obligado con frecuencia a explicar que mi afición a las navajas no condiciona mi manera de lidiar con los conflictos, muy pacífica en general. Hay una tendencia que no me gusta nada: la demonización de las «armas» a todos los niveles ¿Recuerdan qué fue del revólver de los iconos del WhatsApp? Era simplemente un dibujo, pero fue sustituida por un objeto verde, aparentemente una pistola de agua. Con los cuchillos terminará pasando algo parecido: serán comercializados en locales sin escaparate, como los bares de apuestas. En una segunda etapa, quedaremos tan indefensos como los caminantes de Utøya, porque los psicópatas y los malvados son refractarios a las gilipolleces woke.

Las navajas que me gustan

Salvo algunas excepciones, me fijo en navajas elaboradas de manera, más o menos artesanal, en localidades célebres por su tradición cuchillera. En España destacan Albacete, Santa Cruz de Mudela o Taramundi. En cuanto a los materiales, prefiero el acero al carbono para la hoja, el latón o la alpaca para la virola, y asta o cuerno para las cachas de la empuñadura. Esto en líneas muy generales, porque, por ejemplo, las navajas de Taramundi suelen tener grandes virolas de hierro y empuñadura de madera barnizada. La característica común a los materiales mencionados es que evolucionan o envejecen, ya sea en forma de pátinas en los metales o cambios de coloración en las empuñaduras. Los japoneses llaman a esta tendencia estética wabi-sabi. El acero inoxidable, el aluminio y materiales sintéticos para empuñadura no me simpatizan por su inalterabilidad.

Navajas de Taramundi, todas de acero al carbono, con distintos tipos de hoja, maderas y decoraciones.

El misterio del acero

El acero es una cuestión importante para mí, y me da bastante trabajo en la búsqueda, ya que en España se usa acero inoxidable por defecto. Los fabricantes suelen argumentar que a la gente no le gusta que se oxiden sus navajas, así que las de acero al carbono se elaboran prácticamente por encargo. Lamentablemente, tampoco hay costumbre en España de especificar el tipo de acero frente a los fabricantes extranjeros que sí suelen hacerlo: 440, 14C28, X50CrMoV15 (inoxidables), XC75, XC90 (carbono), por ejemplo. El principal motivo para usar un acero al carbono en un cuchillo es el mantenimiento del filo en condiciones precarias, ya que se puede recuperar con una piedra de afilar plana. Esto no es tanto por la dureza del acero, en general más blando que los inoxidables, sino la forma en la que se desgasta por uso (tribología).

Piedras de afilado naturales, para mantenimiento del filo. Las piedras artificiales elaboradas con esméril las uso cuando el filo está totalmente dañado y hay que reconstruirlo.

La manera en la que se desgasta un acero inoxidable suele requerir, para su recuperación, una amoladora de rueda refrigerada por agua. Para el mantenimiento del filo, además de piedras, uso otros materiales, como lija de agua para acabado a espejo y periódicos viejos secos para alcanzar un filo similar al de una cuchilla. Sin embargo, esto sólo lo hago con dos o tres navajas porque se vuelven muy peligrosas en un uso corriente. Aceite mineral para preservar el acero de la oxidación durante un largo tiempo, o grasa animal si se usa la navaja para cortar alimentos. El aceite de oliva se descompone rápidamente en contacto con el acero al carbono y el resultado puede ser lamentable.

Laguiole

Esta pequeña población francesa tiene mucha parte de culpa en mi afición a las navajas. Llama la atención la elegancia de su diseño, cuyo origen buscan algunos en navajas españolas del siglo XVIII, y su excelente acabado, tan diferente de las «navajas de gasolinera». Una de las características de estas navajas es la mosca (abeja, realmente) al final del fleje, que suele ir soldada. En efecto, un rasgo de calidad para una navaja de Laguiole es que la mosca vaya esculpida tras el montaje de la navaja. Si añadimos que los remaches (algunos de ellos forman una cruz) que sujetan las cachas deben ir martilleados en lugar de atornillados, sería perfecto.

Dos navajas Le Sabot y otras dos G. David – Arbalète, todas en acero al carbono. Destacar la elegancia de las dos primeras. Las segundas vienen con tire-bouchon, y la de abajo, ademas, con poinçon.

En verano de 2018, Tere y yo visitamos Laguiole. No es más fácil conseguir lo que se busca allí que en una buena cuchillería, ya que las tiendas son exclusivas de cada marca y hay cierta predisposición a la utilización de materiales extraños para conseguir un producto exclusivo y caro (hueso de mamut estabilizado, acero de Damasco).

Dos Forge de Laguiole (la pequeña es la primera Laguiole que compré, diminuta por cuestiones presupuestarias) en el denostado acero 440. A continuación, Laguiole Village con tire-bouchon y madera de boj. La de abajo es Benoit l’Artisan en acero XC75 que mantengo afilada como una cuchilla de afeitar.

Resto de Francia

Quizás la marca de navajas francesas más popular en España es Opinel. Fabricadas en la alpina ciudad de Chambéry, son muy apreciadas por la simplicidad de su mango torneado y su acero XC90, que parece ganar filo con el desgaste. Mi primera navaja fue una Opinel número 7… he querido reproducir en el siguiente párrafo el texto que publiqué en Facebook el pasado 6 de julio con motivo de la muerte de mi primo Juanico.

Varias navajas Opinel, de los números 10, 8, 7 y 6 (la perspectiva reduce la diferencia de tamaños) ¿Adivinan cuál es la más antigua?

Una navaja francesa, una Opinel de toda la vida, número 7 para más señas. Quienes entiendan algo de cuchillería verán que el cuño es diferente del actual, así como el diseño de la marca en la empuñadura. En efecto, tiene unos cuantos años, más de 40. Ahora las navajas Opinel se pueden encontrar en cualquier parte, pero en aquellos tiempos había que ir a buscarlas a Francia. Esta navaja me la trajo mi primo Juanico, que solía ir a la vendimia todos los años. Se la encargué mientras hacía una reforma en la casa del Cañarico. Él le daba a la paleta y ponía ladrillos mucho más deprisa de lo que yo podía llevarle calderetas de cemento, y me sacaba de quicio cada vez que decía «¡Nene, masa!». Después de la obra se marchó a vendimiar y cuando volvió al cabo de un par de meses me regaló esa navajita. Juanico siempre estaba trabajando: en la obra, en la huerta, en la vendimia francesa… Desde hoy, descansa en paz.

Navaja Douk-douk, abajo, y una reinterpretación del concepto por un cuchillero de Thiers en acero san-mai.

Santa Cruz de Mudela

Muy cerca de Despeñaperros se encuentra esta localidad navajera que he visitado en varias ocasiones, siempre combinando la búsqueda de mineral de antimonio en el cercano Almuradiel. Da la impresión de que el el pueblo vive de espaldas a la cuchillería porque no hay muchos sitios donde examinar las navajas, con excepción de los talleres donde se fabrican.

Diseños típicos de navaja española (variaciones de la navaja sevillana), siendo las tres primeras de J. J. Martínez. La primera está sobredimensionada y es puramente ornamental. Las dos primeras son de carraca.

El material por excelencia para la empuñadura es el asta de ciervo, aunque se pueden encontrar elaboraciones en hueso.

La navaja de arriba es de Francisco Valencia y las restantes de J.J. Martínez. Las dos primeras son del tipo «tapitas», mientras que la última es un estilete con bastante decoración en la empuñadura.

Albacete

Es difícil encontrar alguien que haya hecho más daño a la cuchillería española que la empresa Albainox, cuyos productos de pésima calidad y fabricados en China, se venden en estaciones de servicio y tiendas de recuerdos de toda España, imitando descaradamente desde Laguioles a navajas tácticas Böker. No obstante, quedan en Albacete cuchilleros artesanales, como Celaya.

Navajas Celaya con empuñadura en cuerna. La de arriba, tipo sevillana, es en acero inoxidable. Las otras del tipo pastora van en acero al carbono.

Tengo una pequeña representación de otros cuchilleros albaceteños, como Expósito y Joker, pero no estoy muy satisfecho con ellas porque transmiten una fabricación más industrial que artesana. Espero poder volver algún día a la Feria de Albacete y mejorar la colección con navajas que se ajusten a mis criterios.

Navajitas albaceteñas de Expósito y Joker.

Miscelánea

Comencemos con navajas minimalistas. Uno de los motivos del éxito de Opinel fue la simplicidad de su navaja: la hoja bascula directamente sobre la empuñadura de madera, libre de forros y remaches, con la única licencia de reforzar la unión mediante una virola de hierro (posteriormente se le incorporó el bloqueo giratorio). Pallarés en Solsona consiguió un diseño muy elemental con cuerna en lugar de madera, que con el tiempo sería sustituida por plástico (y si en lugar de Pallarés pone Pallés es que vienen de China). También las hay, muy sencillas, en punta de asta.

Navaja Bustos en punta de asta de ciervo, con fleje y palanquilla, sin forros ni virola. Debajo, una navaja Pallarés antigua en cuerna.

Seguimos con navaja algo más barrocas. La siguiente foto muestra dos interpretaciones de diseños clásicos españoles hechas por artesanos actuales.

Navaja leonesa Mufer y navaja jerezana J.J. Martínez con decoración tipo ojo de perdiz.

Los últimos ejemplos son tan variopintos que dejo la explicación en los pies de foto.

Navaja de afeitar Filarmónica, de fabricación española. En medio, navaja siciliana Fraraccio sin punta, para evitar apuñalamientos (las navajas marineras también adoptan esta precaución). La última es una Expósito en acero de Damasco, principal motivo para su adquisición.
Navaja de viticultor a la izquierda, y navaja multiherramienta Victorinox.

Para otro post

Hablaremos próximamente de los «hermanos mayores» de las navajas, los cuchillos. También, dedicaremos un poco más de extensión al acero y nuestra experiencia en la forja artesanal.

La ciencia del… desempañado del coche

Al parecer los blogs de Ciencia tienen su público y algunos blogueros se hacen famosos. Dado que el objetivo principal de mi web es el autobombo, hoy inauguro la etiqueta ciencia y comenzaré a producir posts de divulgación para que también mi blog milite en tan exitosa categoría. Lo primero es fijarse en qué hacen los mejores, en qué se basa su éxito. Tenemos la suerte de contar en la Universidad de Murcia con una superestrella de la divulgación científica, José Manuel López Nicolás, creador del blog de divulgación Scientia y autor de Un científico en el supermercado, libro que trata de la ciencia de las pequeñas cosas, de lo cotidiano. Y puesto a buscar un tema “cotidiano”, esta fría mañana (todo lo fría que puede ser en Murcia) de diciembre que salgo en coche hacia la universidad se me prendió el bombillo, que dicen por allá, al ver empañarse el parabrisas de mi Subaru. Hablaré, pues, de la ciencia del… desempañado del coche (nota: López Nicolás titula con frecuencia “La ciencia del X”, siendo X un plato de cocina castiza o un deporte de masas).

Coche empañado, escena de una célebre película de James Cameron.

Pero no todavía… El desempañado del coche no fue mi primera opción. Realmente, de lo que quería era hablar de la ciencia del asiático. Otro José Manuel, pero de apellido Ortega, más conocido como “el Chache” y barista en El Sordo de Ricote prepara unos asiáticos extraordinarios, de los mejores que he probado, y he visto. Porque el aspecto visual es igualmente importante. Seguro que algún purista me dirá que tengo que ir al bar Pedrín del Albujón o a no sé que sitio de Cartagena… Pues vale: ya he ido. Ahora, Sr. Purista, haga el favor de ir a Ricote y tómese un asiático sin prejuicios. Las cosas caen por su propio peso. El hecho de que el submarino Peral fuera el primero no lo hace superior a un clase Akula

Asiático preparado por el Chache, no es tan grande como parece.

Volviendo a Ricote, el Chache prepara los asiáticos con mucho cuidado para que queden las capas de distintos compuestos líquidos bien diferenciadas. Densidad y temperatura juegan un papel muy importante. Antes de servirlos, el chache les imprime un movimiento de vaivén cuya inercia es apreciable durante varios segundos después de que se deja la copa en la mesa, especialmente en la capa límite entre el combinado de licor y el café. Todo esto es muy interesante y merecería ser explicado. Pero en Ciencia, tras tener una buena idea, lo normal es comprobar si otro no la ha tenido antes. En el caso del asiático, López Nicolás nos ha prometido hace relativamente poco que hablaría de su ciencia. 

José Manuel Ortega “el Chache” durante la preparación de uno de sus combinados de café.

Así que, en lugar de hablar del asiático y los fluidos que lo componen, hablaré de los fundamentos del desempañado de coches. No es que el tema no haya sido tratado antes, sino que creo que no se ha hecho de la forma adecuada, es decir, científica. Buscar información sobre el desempañado en internet es como ir a preguntar sobre política internacional a un bar: todo el mundo tiene una opinión, y ni una sola explicación razonada. Así que voy a dejar plasmada aquí la explicación, negro sobre blanco, para las generaciones venideras.

La explicación del desempañado del coche

El aire contiene una cantidad variable de vapor de agua, y su capacidad para contener vapor aumenta con la temperatura. Este es el principio en el que se basa todo. Entrar en el mecanismo íntimo de este fenómeno es mucho más complicado, pero para nuestros propósitos divulgativos simplemente recordaremos que, de manera análoga (pero no igual), el agua caliente tiene más capacidad para disolver sal que la fría. Observemos que, ahora en invierno, en las mañanas o las noches gélidas, vemos vaho salir de nuestra boca o de la gente que nos habla. El vaho es una manifestación del contenido en agua del aire que exhalamos, pero no es vapor, sino cristalitos de hielo microscópicos, que es en lo que se transforma el (exceso de) vapor en contacto con el frío aire de la mañana invernal. Gracias a eso lo vemos, porque el vapor es tan invisible como el oxígeno. Pero con los cristalitos de hielo flotando, el aire se parece al humo, que es ceniza y hollín en suspensión.

Torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes, lo que se ve salir ya no es vapor de agua, pero lo fue.

Entramos en el coche. Nuestra presencia empieza a calentar el aire en el interior y, particularmente, nuestra respiración hace que aumente el contenido en vapor. Este efecto se magnifica si nuestra ropa está húmeda (llueve fuera) y la calefacción está en marcha. El vapor se mantiene en esa atmósfera casi sin problema, excepto en la proximidad de superficies frías, como son los vidrios de las ventanas y parabrisas. La repentina caída de temperatura en el contacto con el vidrio hace que se deposite en él el exceso de agua que el aire ya no puede transportar. Gotitas de agua, o incluso cristalitos de hielo, producen el empañamiento del parabrisas, que se mantiene frío por estar su superficie exterior en contacto permanente con el aire helado de la calle. Seguro que todos recordamos cierta escena de Titanic

Foto hecha a través del parabrisas sin empañar de un viejo Toyota en un día frío y lluvioso ¿Cómo es esto posible? Por favor, siga leyendo.

Ya tenemos el parabrisas empañado ¿Qué hacemos? Con el mando de distribución de aire dirigimos el chorro al parabrisas con la calefacción puesta. Podríamos pensar que va a pasar lo mismo que cuando dirigimos un secador de pelo al espejo del baño, que está empañado tras la ducha. El secador desempaña en poco tiempo y el chorro de aire caliente dirigido al parabrisas no ¿Por qué? Porque el aire del secador está considerablemente más caliente y tiene una capacidad mucho mayor para llevarse el agua en forma de vapor. Además, calienta el espejo, impidiendo que pueda condensarse de nuevo el vapor sobre él. A falta de más temperatura, podríamos probar con aire más seco. El aire que produce el sistema de aire acondicionado (AA) es muy seco. En efecto, el súbito enfriamiento le quita el exceso de vapor que ya no puede transportar. Esta agua de condensación es conducida al exterior y gotea bajo el coche, como todos hemos observado en verano. El aire frío del AA dirigido al parabrisas es, en efecto, más seco, pero eso no es suficiente, en determinadas circunstancias, para desempañar porque es incapaz de “excitar” el agua líquida o sólida para que pase a vapor. Podría ser incluso peor. El AA puede enfriar el parabrisas por debajo de la temperatura ambiente y provocar el empañamiento exterior.

¿Combinación absurda? Y sin embargo, efectiva.

Lo mejor es usar ambos recursos a la vez, es decir, calefacción con AA. Teóricamente, lo óptimo sería que el aire fuera calentado tras pasar por el sistema de AA, pero lo que hace realmente el dispositivo es mezclar el aire de calefacción con el de AA (dos circuitos diferentes). La mezcla produce un aire más seco, ávido de portar vapor, pero también más energético para provocar el cambio de fase del agua. Y, simplemente, funciona. La gente, que suele ver la combinación de calefacción y AA absurda, opta por una de las dos según su grado de desinformación y supersticiones. Como un colega, que consiguió formar escarcha en el exterior del parabrisas, conmigo de consternado copiloto, y todo por no darle a la rula de la calefacción. Muy posiblemente los ingenieros hayan automatizado el desempañado del parabrisas, incluido como uno de los modos del climatizador en los coches actuales, a causa del desconocimiento por parte de los usuarios del simple principio que acabamos de explicar.

¡Felices Fiestas!

Editado 9/01/2022. Tras la publicación del post he recibido varias preguntas relacionadas con el tema se pueden aclarar con los mismos principios ya expuestos. Así que prefiero añadir las respuestas a éste en lugar de publicar uno nuevo.

  • El desempañado de la ventana trasera del coche se realiza normalmente con un sistema de calefacción eléctrico (resistencia). El calentamiento provocado evapora el agua condensada e impide la condensación posterior.
  • A veces, al poner en marcha la ventilación del parabrisas, éste se empaña rápidamente. Eso se debe a que el aire estancado en el sistema de ventilación, o el que entra del exterior, está más húmedo que el del habitáculo. En este caso, lo más eficaz es usar el AA para secar el aire entrante.
  • En verano, puede ocurrir un fenómeno curioso. Tras haber parado el AA durante unos minutos, cuando se vuelve a poner en marcha se observa, con cierta sorpresa, la salida de vaho (aire blanco) por las rejillas de ventilación. La explicación es la siguiente. No toda la humedad que el AA le quitó al aire entrante durante el primer intervalo de funcionamiento ha salido al exterior. El condensador está empapado de agua y al subir la temperatura, parte de esa humedad pasa a vapor que queda estancado en el sistema. Cuando se vuelve a poner en marcha el AA, el aire frío empuja al aire con vapor, o lo arrastra gracias al efecto Venturi, hacia afuera. Al mismo tiempo, la bajada de temperatura hace que el vapor pase a hielo, haciéndolo visible como vaho.

Editado 19/03/2022. José Manuel López Nicolás ha publicado hoy su esperado artículo La ciencia del asiático, a punto de declararse este combinado bien de interés cultural de la Región de Murcia.