Tres novelas y la vida

Tengo una biblioteca demasiado grande para la casa donde vivo y, seguramente también, demasiado grande para una persona. Muchos de mis libros no los he leído y posiblemente nunca llegue a leerlos completamente. Es normal: la mayor parte de ellos son de consulta y estudio. Libros donde se amontonan ciencia y hechos. También tengo algunos de ensayo y ficción, pero habitualmente los he considerado en una categoría inferior, porque por buena que sea la calidad de su redacción, son ante todo un producto de la imaginación humana. Pero a medida que me hago mayor, que acumulo recuerdos y vivencias, reconozco en algunas novelas un conocimiento de la vida que está muy por encima de su relato. La descripción de sentimientos o sensaciones, que yo mismo he vivido y que nunca hubiera sido capaz de poner en palabras. Tres novelas y la vida es un experimento en este blog y si os gusta habrá más.

La selección de libros está motivada por mis lecturas en los últimos cinco años, y no ha sido fácil dejarlo solamente en tres novelas. Debo decir que hay cierto sesgo hacia la literatura extranjera porque uso la lectura ociosa para mejorar mi conocimiento de las leguas inglesa y francesa (lamentablemente, me cuesta mucho ampliar el espectro). Así que los párrafos que incluyo están en versión original, con un intento de traducción fiel (no siempre posible) por mi parte. No obstante, los tres libros están disponibles traducidos al español.

The Sheltering Sky – Paul Bowles

Paul Bowles, un neoyorkino que debió sufrir del Mal d’Africa, que cantaba Battiato, porque vivió la mayor parte de su vida y hasta su muerte en Tánger. The Sheltering Sky (El cielo protector, literalmente) apareció en 1949, aunque sin duda es más conocido por la película homónima de Bertolucci de 1991, protagonizada por una inolvidable Debra Winger, el zumbado de John Malkovich y los increíbles paisajes del África Sahariana. El propio Bowles hace un pequeño cameo y pone su voz a algunos pasajes de su libro en el filme.

Comencemos con la explicación del título de la novela.

Before her eyes was the violent blue sky – nothing else. For an endless moment she looked into it. Like a great overpowering sound, it destroyed everything in her mind, paralyzed her. Someone once has said to her that the sky hides the night behind it, shelters the person beneath from the horror that lies above. 

Traducción: Ante sus ojos el violento cielo azul – nada más. Lo miró durante un momento interminable. Como un gran estruendo, destrozó todo en su mente, la paralizó. Alguien una vez le dijo que el cielo esconde la noche tras de sí, protege a la persona bajo él del horror que hay encima.

Un matrimonio norteamericano, Port y Kit, acompañados de un amigo, Tunner, desembarcan en un puerto del norte de África. Port se define a sí mismo como un viajero, por oposición a turista: no siente que pertenezca más a un sitio que a otro; no piensa que haya un lugar al que deba regresar. Una de las frases más famosas puesta en boca de Port es la siguiente (parte de ella va en mi estado de WhatsApp desde hace años):

Death is always on the way, but the fact that you don’t know when it will arrive seems to take away the finiteness of life. It’s that terrible precision that we hate so much. But because we don’t know, we get to think of life as an inexhaustible well. Yet everything happens only a certain number of times, and a very small number, really. How many more times will you remember a certain afternoon of your childhood, some afternoon that’s so deeply part of your being that you can’t even conceive your life without it? Perhaps four or five times more. Perhaps not even that. How many more times will you watch the full moon rise? Perhaps twenty. And yet it seems limitless.

Traducción: La muerte está siempre en el camino, pero el hecho de que no sepas cuándo llegará parece liberarnos de la finitud de la vida. Es esa terrible certeza lo que odiamos tanto. Pero como no sabemos, tenemos tendencia a pensar en la vida como un pozo inagotable. Y, sin embargo, todo ocurre un cierto número de veces, un número muy pequeño realmente. ¿Cuántas más veces recordarás una cierta tarde de tu infancia, que es una parte tan profunda de tu ser que no podrías concebir tu vida sin ella? Quizás cuatro o cinco. Quizás ni siquiera eso. ¿Cuántas más veces contemplarás la salida de la luna llena? Quizás veinte. Y aún así parece ilimitado.

El trío viaja por distintas poblaciones adentrándose en el desierto. Como consecuencia de una ausencia momentánea de Port y el exceso de champagne, Kit se acuesta con Tunner. La sospecha de que hay un secreto entre ellos hace que Port ponga en marcha una estratagema para separarse de Tunner. Conseguido su propósito y tras varios tumbos más, Port muere hacia la mitad de la novela (perdón por el spoiler) en condiciones terribles. Después, Kit se une a una caravana de beduinos que va hacia Tombuctú, mientras Tunner hace todo lo posible para encontrarla. Este párrafo es de las últimas horas de Port:

“He’s stopped being human”, she said to herself. Illness reduces man to his basic state: a cloaca in which the chemical processes continue. The meaningless hegemony of the involuntary. It was the ultimate taboo stretched out beside her, helpless and terrifying beyond all reason.

Traducción: “Él ha dejado de ser humano”, se dijo a sí misma. La enfermedad reduce al ser humano a su estado básico: una cloaca en la que continúan los procesos químicos. La hegemonía sin sentido de lo involuntario. Ese era tabú definitivo junto a ella, desamparo y aterrador más allá de la toda razón.

Hay que decir que el libro es mucho más crudo que la película. Bertolucci, que fue capaz de poner una jovencísima Eva Green en situaciones tan explícitas como las que aparecen en The dreamers, se abstuvo, sin embargo, de recrear los sórdidos detalles del pacto entre los camelleros.

L’étranger – Albert Camus

Cuando en 1960 se estrelló el coche en el que viajaba Camus, conducido por su editor, quedaron viudas dos esposas y cinco amantes, sólo por parte del Nobel de Literatura como se puede deducir de las informaciones de Wikipedia. Sin duda, Camus conocía bien la vida, antes de perderla, como Meursault, protagonista de L’étranger (El extranjero), según su vecino, el proxeneta Sintès. La novela apareció en 1942 mientras Camus estaba involucrado en La Résistance. La redacción de la historia con frases cortas ayuda a transmitir la indolencia del protagonista sobre todo lo que le rodea y acontece. El libro comienza de forma absolutamente demoledora:

Aujourd’hui, maman est morte. Ou peut-être hier, je ne sais pas. J’ai reçu un télégramme de l’asile : « Mère décédée. Enterrement demain. Sentiments distingués. » Cela ne veut rein dire. C’était peut-être hier.

Traducción: Hoy ha muerto mamá. O quizás ayer, no lo sé. He recibido un telegrama del asilo: «Madre fallecida. Entierro mañana. Lo acompaño en el sentimiento» Esto no significa nada. Pudo ser ayer.

Los sucesos ocurren en la Argelia francesa donde Camus nació y vivió. Meursault es un extranjero en su propio mundo. Contempla la vida con una mezcla de extrañeza e ingenuidad más propias del alienígena de Sin noticias de Gurb que de un ser humano.

C’étaient d’abord des familles allant en promenade, deux petits garçons en costume marin, la culotte au-dessous du genou, un peu empêtrés dans leurs vêtements raides, et une petite fille avec un gros nœud rose et des souliers noirs vernis. Derrière eux, une mère énorme, en robe de soie marron, et le père, un petit homme assez frêle que je connais de vue. Il avait un canotier, un nœud papillon et une canne à la main. En voyant sa femme, j’ai compris pourquoi dans le quartier on disait de lui que il était distingué.

Traducción: Había familias paseando, dos niños pequeños con trajes de marinero, los pantalones por debajo de la rodilla, algo incómodos en sus ropas rígidas, y una niña con un gran lazo rosa y zapatos negros brillantes. Detrás de ellos, una madre enorme, con un vestido de seda marrón, y el padre, un hombrecillo bastante frágil que conozco de vista. Llevaba un canotier (sombrero de verano plano), una pajarita y un bastón en la mano. Al ver a su mujer entendí por qué la gente del barrio decía de él que era distinguido.

El libro tiene dos partes separadas por el asesinato de un árabe a manos de Meursault. El absurdo que nos plantea Camus es que todo lo que ocurre en la primera parte ante el desinterés de Meursault, contribuye más a su sentencia de muerte que los disparos al árabe: comenzar una relación con María Cardona, ir con ella al cine a ver una película de Fernandel… pero sobre todo, el testimonio en el juicio del conserje del asilo sobre lo ocurrido durante el velatorio y entierro de la madre.

Il a dit que je n’avais pas voulu voir maman, que j’avais fumé, que j’avais dormi et que j’avais pris du café au lait. J’ai senti alors quelque chose qui soulevait toute la salle et, pour la première fois, j’ai compris que j’étais coupable.

Traducción: Dijo que no había querido ver a mamá, que había fumado, que había dormido y que tomé un café con leche. Entonces, tuve la sensación de que algo había revuelto a toda la sala y, por primera vez, comprendí que yo era culpable.

Meursault acepta la sentencia de muerte como quien acepta que no está en su mano si el día será soleado o lloverá. En su última noche antes de la ejecución recuerda que en el asilo le dijeron que su madre tenía una relación especial con otro de los residentes.

Pour la première fois depuis bien longtemps, j’ai pensé à maman. Il m’a semblé que je comprenais pourquoi à la fin d’une vie elle avait pris un « fiancé », pourquoi elle avait joué à recommencer. Là-bas, là-bas aussi, autour de cet asile où des vies s’éteignaient, le soir était comme une trêve mélancolique. Si près de la mort, maman devait s’y sentir libérée et prête à tout revivre. Personne, personne n’avait le droit de pleurer sur elle.  

Traducción: Por primera vez en mucho tiempo, pensé en mamá. Me pareció entender por qué al final de una vida se había echado un «novio», por qué había jugado a empezar de nuevo. Allá, allá también, alrededor de ese asilo donde se extinguían vidas, la tarde era como una melancólica tregua. Tan cerca de la muerte, mamá debe haberse sentido liberada y preparada para vivirlo todo de nuevo. Nadie, absolutamente nadie tenía derecho a llorar por ella.

Stoner – John Williams

De la existencia de este libro me enteré hace relativamente poco. Lo que primero despertó mi curiosidad fue saber que trataba de la vida de un profesor de universidad. Indagando un poco, supe que Stoner era considerada por la crítica como una novela perfecta (o “redonda”), aunque el reconocimiento le llegó bastante después de su publicación en 1965. Recoge la vida de su protagonista, William Stoner, desde que entra en la universidad, para estudiar ingeniería agrónoma inicialmente, hasta su muerte como profesor de Literatura inglesa antigua. Una parte relevante es su matrimonio, condenado al fracaso desde el minuto uno. El párrafo siguiente hace alusión a los deseos de su mujer de tener familia.

Although the next two months were the only time of passion William and Edith Stoner ever had together, their relationship did not really change. Very soon Stoner realized that the force which drew their bodies together had little to do with love; they coupled with a fierce yet detached determination, drew apart, and coupled again, without the strength to surfeit their need.

Traducción: Aunque los dos meses siguientes fueron el único tiempo de pasión que William y Edith Stoner tuvieron juntos, su relación no cambió realmente. Muy pronto Stoner se dio cuenta de que la fuerza que unía sus cuerpos tenía poco que ver con el amor; hicieron el amor con una determinación feroz pero desapegada, se separaron y volvieron a copular, sin la fuerza para saciar su necesidad.

De esos dos meses de sexo nace una niña que es cuidada, esencialmente, por Stoner durante sus primeros años. Tras el suicidio del padre de Edith en la crisis de 1929, ella pasa un tiempo con su madre en otra ciudad. Después regresa transformada en una máquina de odiar. Stoner acepta impasible este cambio, incluso cuando Edith usa a su propia hija para hacerle daño. No es sólo en casa donde Stoner tiene enemigos. Su némesis universitaria se llama Lomax.

Lomax was quite drunk, though not ostentatiously so; he walked carefully, as if he carried a burden over uneven terrain, and his thin pale face shone through a film of sweat. The liquor loosened his tongue; and though he spoke precisely, his voice lost its edge of irony, and he appeared without defenses.

Traducción: Lomax estaba bastante borracho, aunque no ostentosamente; caminaba con cuidado, como si llevara una carga pesada obre terreno irregular, y su fina pálida cara brillaba a través una película de sudor. El alcohol había liberado su lengua, y aunque hablaba con precisión, su voz había perdido el filo de la ironía y parecía indefenso.

El libro contiene muchas reflexiones sobre la vida. La siguiente habla del escaso significado de la existencia de sus padres, recién fallecidos, tratando de sacar provecho del terruño al que Stoner nunca volvería, una vez descubrió accidentalmente su amor por la Literatura.

He turned on the bare, treeless little plot that held others like his mother and father and looked across the flat land in the direction of the farm where he had been born, where his mother and father had spent their years. He thought of the cost exacted, year after year, by the soil; and remained as it has been—a little more barren, perhaps, a little more frugal of increase. Nothing had changed. Their lives had been expended in cheerless labor, their wills broken, their intelligences numbed. Now they were in the earth to which they had given their lives; and slowly, year by year, the earth would take them.

Traducción: Giró sobre el claro (del cementerio) que acogía a otros como su madre y su padre y miró a través de la llanura en dirección a la granja donde había nacido, donde su madre y su padre habían pasado sus vidas. Pensó en el coste exigido por el suelo año tras año; y siguió como había sido – quizás un poco más yermo, quizás un poco más frugal en su producción. Nada había cambiado. Sus vidas se habían gastado en trabajo sin alegrías, sus voluntades rotas, sus inteligencias aturdidas. Ahora estaban en la tierra a la que habían entregado sus vidas; y lentamente, año tras año, la tierra se los llevaría.

La especialidad de Stoner es el estudio de la influencia de los clásicos en la literatura medieval inglesa. Un tema cuestionado por Lomax a través de su alumno Walker, que insistía en recordarle que Shakespeare, el más grande escritor inglés, sabía poco latín y mucho menos griego, en palabras de su contemporáneo Ben Johnson. A mí, particularmente, esto me recuerda la habitual estrechez de nuestras áreas de investigación. Las reflexiones sobre la docencia universitaria, salvando las distancias entre Literatura y Matemáticas, las hago mías.

He was ready to admit to himself that he had not been a good teacher. Always, from the time he had fumbled through his first classes of freshman English, he had been aware of the gulf that lay between what he felt for his subject and what he delivered in the classroom. He had hoped that time and experience would repair the gulf; but were most profoundly betrayed when he spoke of them to his classes; what was most alive withered in his words; and what moved him most became cold in his utterance. And the consciousness of his inadequacy distressed him so greatly that the sense of it grew habitual, as much a part of him as the stoop of his shoulders.

Traducción: Estaba dispuesto a admitir que no había sido un buen profesor. Siempre, desde el momento en que comenzó a impartir sus primeras clases de inglés para estudiantes de primer año, había sido consciente del abismo que había entre lo que sentía por su materia y lo que contaba en el aula. Tenía la esperanza de que el tiempo y la experiencia repararían el abismo; pero sólo empeoró cuando habló de ellos en sus clases; lo más vivo se marchitó en sus palabras; y lo que más le conmovía se volvió frío en su expresión. Y la conciencia de su incompetencia lo angustiaba tanto que la sensación de ello se hizo habitual, tanto en él como su espalda encorvada.

Al final, Stoner hace balance de su vida. Y resulta, que la suya no ha tenido mucho más significado que la de sus padres campesinos. Entre otras cosas, recuerda la relación que tuvo con una joven profesora, con la que compartía la pasión por la literatura y con la que encontró el amor que nunca tuvo en casa. Dejó pasar esa oportunidad, como tampoco nunca completó su segundo libro.

He had wanted the singleness and the still connective passion of marriage; he had that, too, and he had not known what to do with it, and it had died. He had wanted love; and he had love, and had relinquished it, had let it go into the chaos of potentiality. Katherine, he thought ‘Katherine’. And he wanted to be a teacher, and he had become one; yet he knew, he had always known, that most of his life had been an indifferent one. He had dreamed of a kind of integrity, of a kind of purity that was entire; he had found compromise and the assaulting diversion of triviality. He had conceived wisdom, and at the end of the long years he had found ignorance. And what else? He thought. What else?  

Traducción: Había deseado la independencia y la pasión conectiva del matrimonio; también tuvo eso, y no supo qué hacer con él, y lo dejó morir. Había deseado amor; y tuvo amor, lo abandonó, lo dejó irse por el caos de la potencialidad. Katherine, pensó ‘Katherine’. Y quiso ser profesor, y llegó a serlo; sin embargo, sabía, siempre lo había sabido, que la mayor parte de su vida había sido uno indiferente. Había soñado con una especie de integridad, con una especie de pureza que fuera total; había encontrado el compromiso y la acechante distracción de la trivialidad. Había concebido la sabiduría, y al final de los largos años había encontrado la ignorancia. ¿Y qué más? El pensó. ¿Qué otra cosa?

Ahora se entiende bien la frase al comienzo de libro: Los colegas de Stoner, a quien en vida no tenían en particular estima, rara vez hablan de él ahora; para los veteranos, su nombre es un recordatorio del destino que les aguarda.

Epílogo

No me queda otra cosa más que recomendar encarecidamente la lectura de estas tres novelas, si es que aún no lo habéis hecho. Yo he tenido la suerte de que cada libro llegó en un momento oportuno, por lo que su lectura tuvo un significado adicional: L’étranger, cuando mi vida estaba sentenciada y yo sumido en la indolencia; The Sheltering Sky, mientras andaba por Francia tratando de encontrar el rumbo en mi desierto personal; y Stoner, justo en un momento de mi carrera como profesor universitario en el que he comenzado, por fin, a preocuparme seriamente en dejar un buen recuerdo entre colegas y estudiantes.

Neandertales

Neandertales, ilustración de Z. Burian tomada de «Encyclopédie illustrée de l’homme préhistorique» de Jan Jelínek, Gründ (1989).

Tenía pensado escribir sobre los neandertales en algún momento, pero esperaba antes ponerme al día sobre los más recientes descubrimientos y hacer un post algo más presentable. Evidentemente, por mucho interés que pueda tener en los neandertales, no me dedico profesionalmente al tema. Sin embargo, una serie de “señales” me ha indicado que el momento es ahora. Acaba de fallarse el premio Nobel de Fisiología/Medicina a favor del sueco Svante Pääbo por sus investigaciones sobre ADN de homínidos extintos, en particular, por haber secuenciado el genoma neandertal.

Michael Walker, Ignacio Martín Lerma y Luis de Miquel, en un momento del homenaje al primero realizado en el Museo Arqueológico de Murcia.

Además, hoy mismo recibe un homenaje Michael Walker, profesor jubilado de la Universidad de Murcia y director durante muchos años de las excavaciones en la Sima de las Palomas (Torre Pacheco), uno de los principales yacimientos neandertales de la Península Ibérica. En fin, yo veo señales claras para escribir este post, timing perfecto… otros podrían ver oportunismo. El caso es que las informaciones sobre los neandertales son últimamente tan frecuentes que lo más difícil, a estas alturas, es ser original.

¿De qué hablamos?

Homo neanderthalensis (más tarde nos ocuparemos de la hache) es una especie extinta de seres humanos que vivió entre 300.000 BP y 30.000 BP, redondeando un poco, en lo que actualmente es Europa y una buena parte de Asia incluyendo Oriente Medio. Nota: BP indica años before present, es decir, «antes del presente», pero presente aquí es el año 1950 por convenio, lo que viene a ser cambiar la referencia de la fecha de nacimiento de Nuestro Señor por la de los baby boomers cuando se indican acontecimientos pasados. En relación con los Homo sapiens, es decir, los humanos modernos o nosotros, los neandertales eran en general más robustos y estaban mejor adaptados al clima frío, ya que prosperaron durante la última glaciación.

Clásico libro de Obermaier en su edición de Ed. Istmo (1985). El libro original es de 1925, por lo que es fácil encontrar diferencias respecto al tratamiento actual de los neandertales.

Viene ahora el momento de poner los puntos sobre las íes. Una especie, en el sentido biológico de la palabra, puede presentar una gran variabilidad geográfica y temporal (más de 250 Ka), no digamos ya entre individuos, por lo que la definición de neandertal es delicada, como la de cualquier otro organismo extinto. Más aún, afirmar que los neandertales son (eran) otra especie puede resultar algo excesivo porque hay constancia de hibridación fértil con H. sapiens: nosotros mismos, los europeos, somos neandertales en una pequeña proporción de nuestros genes. Finalmente, mientras que el límite superior del intervalo temporal es discutido en relación con la definición de neandertal, el límite inferior va reduciéndose a medida que se hacen nuevos hallazgos. Actualmente se han datado restos neandertales en 28.000 BP. Al parecer, la Península Ibérica es el último reducto de H. neanderthalensis.

Árbol filogenético de la estirpe humana, tal como se concebía hace algunos años. Tomado del libro «Los neandertales» de Antonio Rosas, CSIC (2010).

Tradicionalmente se ha pensado que los neandertales evolucionan de las primeras poblaciones que migraron a Europa desde África llevando consigo la tecnología del bifaz. Al parecer, en primer lugar llegaron a Europa homínidos sin esta tecnología, como el hombre de Orce o el grupo de Dmanisi, y en una segunda oleada llegaron los H. heilderbergensis con sus flamantes bifaces. Sin embargo, ahora hay algunos investigadores que quieren situar el origen de los neandertales en una migración post-Achelense, lo que a mí me deja particularmente descolocado… No entraré en ese tema, por lo menos hasta que lea los argumentos a favor de dicha teoría.

Arqueología de los neandertales

Industria lítica típica musteriense, tomado de «Outils préhistoriques» por Jean-Luc Piel-Desruisseaux, Ed. Dunod (2002).

En lo que respecta a Europa (y parte de Asia) hay una identificación entre neandertales (especie humana), Paleolítico medio (periodo de la prehistoria) y musteriense (tecnología lítica). Los neandertales desarrollaron también una forma particular de talla llamada Levallois consistente en la preparación de facetas de la futura herramienta antes de separarla del núcleo. Espero que el siguiente dibujo ayude a entender mejor la explicación.

La pieza representada abajo (vista superior e inferior) es la que se ha extraído arriba, pero ligeramente ampliada. Ilustración de «Encyclopédie illustrée de l’homme préhistorique» citado arriba.

Mientras que los fósiles humanos proceden principalmente de cuevas y rellenos de simas (con las condiciones adecuadas para la conservación de nuestros frágiles huesos), las piezas musterienses, en sílex o cuarcita, pueden encontrarse mucho más repartidas: laderas de montes con covachas, lugares de paso como las ramblas, antiguos manantiales (hoy desecados) donde acudían a beber… En particular, en la Región de Murcia ese tipo de hallazgos no son extraños: los neandertales se pasearon por todas partes tallando y abandonando sus útiles de piedra. Una pieza musteriense aislada que podamos encontrar en el campo no constituye un yacimiento, al igual que una golondrina no hace verano, pero es muy recomendable contactar con un experto para que realice una valoración.

Una mirada escalofriante desde el pasado: rostro neandertal embutido en toba procedente de la Sima de las Palomas (Torre Pacheco).

Desde hace poco más de una década, la posibilidad de recuperar ADN de los restos neandertales preservados en ciertas condiciones de humedad y temperatura, hace que haya que extremar las precauciones para no contaminar las muestras. Muchos arqueólogos acuden a sus excavaciones vestidos como los médicos que tratan a un enfermo ébola. Otra línea de investigación muy interesante es la de establecer y documentar la convivencia entre especies, neandertales y sapiens. Para ello se excava en cuevas y abrigos con presencia de útiles musterienses y del Paleolítico superior, en principio, causados por ocupaciones sucesivas, pero prestando especial atención al momento de transición. Ejemplos de esta doble ocupación son los abrigos de Rambla Perea (Mula) excavados por el equipo de Joao Zilhao, o la Cueva del Arco (Cieza) cuyas campañas dirige mi querido amigo Ignacio Martin Lerma, aunque aún no se ha establecido la cohabitación entre especies en dichos yacimientos.

La evolución de un paradigma

Charles Darwin publicó su «El origen de las especies» en 1859. Desde ese momento, los científicos estuvieron especialmente receptivos a cualquier fósil que pudiera servir como eslabón perdido entre el simio y el hombre. El primer resto óseo en desempeñar ese papel fue una peculiar bóveda craneal encontrada tres años antes en una cantera cerca de Düsseldorf (Alemania) que inicialmente se había interpretado como una malformación en un humano moderno. Después se sumaron otros hallazgos, como el cráneo Forbes encontrado en Gibraltar por la misma época.

Bóveda craneal encontrada en la cantera de Feldhofer, en Neanderthal, cerca de Düsseldorf. Éste fue el primer fósil adscrito a un antepasado del hombre moderno.

El nombre neandertal se toma de Neanderthal, literalmente “valle de Neander” en alemán, en donde estaba la cantera en la que aparecieron los restos. A su vez dicho topónimo es en honor al músico y religioso Joachim Neander, cuyo apellido familiar original era Neumann, literalmente “hombre nuevo”. El cambio estético del apellido no altera el significado, sólo que ahora debemos acudir al diccionario de griego. Señalemos que el nombre equivalente Neandro existe en castellano. Finalmente, la h se pierde en la reforma ortográfica del alemán a principios del siglo XX, siendo actualmente valle “das Tal”.

Así que, etimológicamente resumiendo, neandertal es el valle del hombre nuevo, una denominación sumamente oportuna. No mucho tiempo después y también en Alemania, Friedrich Nietzsche anunciaría la muerte de Dios y el advenimiento del superhombre… creo que me estoy desviando del tema. Volviendo a los restos humanos, señalemos que el cráneo Forbes es recuperado por el teniente Edmund Flint, siendo “flint” la palabra inglesa para sílex, el material favorito de los neandertales ¿Casualidad o conspiración? Lo dejo ahí, esperando haber arrancado alguna sonrisa 🙂

Lámina del libro de Ciencias Naturales de 3º de Bachillerato de la editorial ECIR (1965), por R. Verdú Payá y E. López Mezquida. La idea está bastante clara…

Las primeras representaciones de los neandertales, llamados en aquel tiempo hombres de las cavernas, son simiescas. La causa de esto la encontramos en la incorrecta interpretación de los huesos de individuos ancianos junto con no pocos prejuicios. Una de las imágenes cinematográficas de los neandertales que ha dejado más huella es, sin duda, La guerre du feu, con la memorable interpretación de Ron Perlman (dicen las malas lenguas que iba sin maquillar). En las últimas décadas, las reconstrucciones físicas basadas en evidencias anatómicas han avanzado mucho. Si se añade, además, la interpretación del genoma en términos de características físicas y los descubrimientos arqueológicos en lo que respecta a estética y adornos de los individuos, la imagen de los neandertales cambia radicalmente.

Recreación de una chica neandertal en un lecho de pieles, por Tom Björklund. Después de contemplarla, a algunos de mis amigos la hibridación entre especies ya no les parece una idea tan descabellada.

Otro de los vuelcos de paradigma ocurridos en la última década es el reconocimiento de pensamiento simbólico y arte parietal en los neandertales. Hasta hace relativamente poco se les negaba algunas de las características que los sapiens solemos decir que nos hacen más humanos. Todo empezó con el descubrimiento de objetos puramente ornamentales y pigmentos, en Cueva Antón (Mula) y la Cueva de los Aviones (Cartagena). Después se han descubierto círculos realizados con espeleotemas en lo más profundo de una gruta francesa (Bruniquel) y se ha datado en fechas del Paleolítico medio unas pinturas esquemáticas realizadas en la Cueva de Ardales (Málaga). Por si fuera poco, en algunos enterramientos neandertales se han descubierto pólenes (el polen es extraordinariamente resistente en contexto arqueológico) de plantas cuya explicación más plausible es la realización de ofrendas florales a los difuntos. ¿A qué ya no nos parecen tan brutos los hombres de las cavernas?

Cuéntame un cuento

Se han propuesto muchas explicaciones para la extinción de los neandertales: cambios climáticos, enfermedades, exterminados por H. sapiens (o sea, nosotros)… Otro motivo que si bien no sería una causa en sí mismo sino que añadido a los anteriores dejaría a H. neanderthalensis en una situación más desfavorable respecto a H. sapiens es una de las tesis expuestas en el libro «Sapiens» del pensador israelí Yuval Noah Harari.

Portada del million seller de Harari.

La idea principal posiblemente sea anterior a Harari, pero no he podido rastrearla. Básicamente sostiene que los grupos de H. sapiens están más cohesionados que los de H. neanderthalensis porque tienen la capacidad de contar historias, de crear mitos, de fabricar dioses. Mirando al pasado reciente podemos poner ejemplos de muchedumbres de personas capaces de acometer grandes proyectos, para bien o para mal, porque siguen una idea materializada en un libro: La Biblia, El Corán, Mein Kampf… De la misma manera, en el pasado remoto los grupos de sapiens se organizaron alrededor de unos mitos y creencias. Eso les permitió superar las situaciones en las que los neandertales sucumbieron.

Pero la capacidad de contar historias, o fabricar mitos, tiene que ver con las características del lenguaje en el que se realiza la comunicación. Éste debe ser recursivo en el sentido definido por Noam Chomsky, es decir, el lenguaje debe admitir “estructuras anidadas” exactamente como hacen los narradores en una novela para contar lo que dicen los personajes, o el diccionario para poner ejemplos de la palabra que acaba de definir. Un idioma más sencillo, plano por así decirlo, puede servir para organizar una cacería en grupo o decir dónde hay agua o fruta, pero no permitiría planificar a medio o largo plazo.

Grupo de arqueólogos del Paleolítico medio, no ellos sino su objeto de estudio… Joao Zilhao con sombrero, e Ignacio Martín Lerma a la derecha (realmente, tendría que haber puesto la foto un par de secciones más arriba…). La escena es en Ricote (Murcia) y yo no salgo porque alguien tenía que echar la foto.

La teoría es atractiva, sin duda, pero no la comparto. Yo creo que los neandertales tenían un mundo simbólico profundo y eso es difícil de llevar sin un lenguaje complejo y recursivo. Además de las evidencias aportadas en la sección anterior, mi particular interpretación de algunos útiles líticos me permite afirmar que, incluso, Homo heidelbergensis hacía juguetes para sus niños y tenía sentido del humor. Bueno, esto lo digo yo que no soy un profesional de la Antropología… pero tampoco estoy limitado por los paradigmas imperantes. Espero que en algún momento no muy lejano, llegue a estas mismas conclusiones la ciencia oficial (o mainstream scholars, como diría Giorgio A. Tsoukalos, uno de mis magufos favoritos).

Algo de lectura

He mencionado unos cuantos libros, pero en un tema como éste se quedan obsoletos en cuatro días, con la excepción de los que tratan de industria lítica (aquí no suele haber sorpresas).

En primer lugar, «Los neandertales» de Antonio Rosas, investigador del CSIC y del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Conocí a Antonio Rosas durante el breve tiempo que estuvo vinculado al yacimiento paleontológico de Quibas (Abanilla). Su librito da un panorama muy resumido de lo que se sabía, o se pensaba, alrededor de 2010. Mucho más reciente y extenso es el best seller de Rebecca Wragg Sykes «Neandertales» . Estoy seguro de que con él resolveré un buen puñado de mis lagunas sobre los descubrimientos más recientes en materia de neandertales, pero voy leyendo muy despacio (son más de 400 páginas).

Tres libros amenos sobre los neandertales, cada uno en su estilo.

Una de mis recomendaciones para el verano fue el libro «La prehistoria en la mochila» de Ignacio Martín Lerma publicado este mismo año por Aguilar. Como ya lo he leído, haré una breve reseña.

En forma de una vuelta a la Península Ibérica, un joven neandertal llamado Sepik visita distintos lugares que hoy día son destacados yacimientos arqueológicos buscando una nueva zona en el que poder establecerse con su clan. Sin embargo, en todos los lugares por donde pasa las comunidades están igual de mal o peor. Cuando regresa a Cieza en compañía de Omati, una cromagnona de la que se ha enamorado, no puede ofrecerle a su clan un nuevo hogar, pero sí que puede enseñarles formas alternativas de explotar los recursos a su alrededor gracias a todo lo que ha aprendido durante su viaje.

Pala para mayonesa” del Abric Romaní, reconstrucción basada en el molde que dejó la pieza original de madera.

Con alguna licencia literaria, como el uso de leguaje recursivo por parte de los personajes, Martín Lerma logra integrar en su relato todas las peculiaridades de cada uno de los yacimientos visitados, incluida la “pala para mayonesa” del Abric Romaní, el dramático canibalismo en El Sidrón, o la bellísima interpretación de las manos de Maltravieso. Ojo, otro spoiler: los malos del libro son los neandertales del Boquete de la Zafarraya. Espero que esto último no les siente demasiado mal a mis amigos de la Axarquía, Amalia y Juan.

Epílogo

Hemos visto que, al final, los neandertales no eran muy distintos de nosotros. El mestizaje entre neandertales y sapiens, establecido por el análisis de los genomas, ha permitido que podamos verlos incluso como nuestros antepasados. Puede que la especie, o estirpe, neandertal haya desaparecido, estrictamente hablando, pero una parte de ellos sigue viviendo en nosotros.

Mi YO hipster-neandertal. Imagen generada por un software en el Museo de Historia Natural de Viena, en 2020.

Libros para el verano

Foto realizada por Tere Coronado

Cuando llegan las vacaciones de verano (mejor dicho, de agosto), entre los muchos propósitos que tengo, el más factible es el de disfrutar de buena lectura. Y si debo preparar el equipaje para pasar algunos días en la playa o de viaje, siempre echo unos cuantos libros a la antigua usanza, es decir, en papel (también me llevo el libro electrónico, pero lo reservo principalmente para lecturas obligatorias que no vale la pena tener impresas). Pensando en lo que me llevaría, en lo que estoy leyendo y en lo que aún tengo pendiente, he preparado este post con mis recomendaciones de libros para el verano.

Versión original

Desde hace muchos años me autoimpongo la lectura de libros en inglés o francés como forma de mantener y ampliar el conocimiento de esas lenguas. Los libros de los que voy a hablar en esta sección están en inglés, pero se pueden encontrar también en español, no siendo por ello menos recomendables.

El clásico de Edward Gibbon, The History of the Decline and Fall of the Roman Empire (Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano), es considerado como una de las mejores muestras de prosa inglesa. Mi ejemplar es, en realidad, una edición abreviada, a pesar de lo cual nunca he conseguido acabarlo… por eso es mi eterno libro de verano y me acompaña siempre en vacaciones. Una pregunta fundamental ¿qué interés puedo yo tener el los romanos? Al igual que no hace falta estar interesado en la literatura para que te enganche un análisis literario de Jesús G. Maestro por YouTube, la manera en la que Gibbon escribe despierta la curiosidad sobre hechos tan remotos en el tiempo. Pero hay algo más, que resulta inquietante… quizás esas páginas escritas hace más de dos siglos contengan las claves de la decadencia y el fin de Occidente.

Un relato corto de Lovecraft puede leerse en un solo día de vacaciones, en un rato incluso, si no es de los más largos. Eso hace de este volumen de más de 800 páginas titulado Necronomicon (nombre de un grimorio atribuido a Lovecraft) una buena compañía para las vacaciones. El particular universo de Lovecraft, los sucesos extraños que ocurren siempre alrededor de Arkham, los expertos de la Miskatonic University que acuden a estudiarlos… Contiene algunas ilustraciones, siendo la de la portada el inimaginable Cthulhu. Una pega debo poner al criterio de los editores de esta recopilación de relatos: no incluye mi favorito Polaris. Quizás es que no es suficientemente weird.

El autor de la famosa Una breve historia de casi todo Bill Bryson escribió este librito de viajes por Europa donde entrelaza sus recuerdos de mochilero con una revisión casi 20 años después de los lugares visitados. El título Neither here nor there se traduciría por «Ni aquí ni allí». Sus páginas están llenas de anécdotas, pero sobre todo, de ironía… Sí, me temo que ya lo he leído, pero volvería a hacerlo con gusto este agosto. El libro en sí mismo no es una guía de viaje, pero contiene informaciones interesantes que pondré en práctica cuando visite (o regrese) a los lugares descritos.

Para los que tenemos mala cabeza y al cabo del tiempo terminamos confundiendo a los hunos con los hotros, una lectura entretenida y liviana sobre la historia de la humanidad puede devolver algo de orden a nuestra memoria. Ernst H. Gombrich es el autor de una famosa Historia del Arte. El libro que estoy leyendo, A little History of the World (Una pequeña Historia del Mundo), fue escrito pensando en un público joven, por no decir infantil. Por eso se centra en un limitado número de acontecimientos, además de estar escrito en un inglés muy sencillo (la edición original fue publicada en alemán).

Conocer mejor la Región de Murcia

Si tengo que estar en la Región de Murcia en verano prefiero que sea cerca del mar. Afortunadamente nuestra costa mediterránea tiene muchos rincones casi vírgenes que sólo pueden ser accedidos a pie. La parte del GR 92 (sendero de Gran Recorrido) que atraviesa la Región es especialmente indicada para recorrer la costa, y resulta conveniente tener una guía en papel cuando los móviles pierden la cobertura. El Camino del Mar Mediterráneo, escrito por el incombustible Lázaro Giménez y tres colaboradores, es el libro que no faltará en mi mochila de playa.

Joaquín Abenza Moreno es muy conocido en Murcia por su programa radiofónico El Último Peldaño (Onda Regional de Murcia) dedicado a los misterios y lo inexplicable… de momento. Este librito titulado 50 Lugares Mágicos de la Región de Murcia, reúne un buen puñado de lugares misteriosos repartidos por nuestra región, bastantes de los cuales no conocía. Entre los que sí conozco, agradezco mucho que estén incluidos algunos del Valle de Ricote, como la casa Eiffel de Ulea, el Salto de la Novia y la leyenda de la cruz del Ope.

Los libros de mis amigos

Este año varios amigos han publicado libros. Me consta que este book boomer se debe a la pandemia de COVID… Yo mismo escribí un libro sobre mi asignatura de matemáticas «aprovechando» el confinamiento, disponible libremente en pdf (si tienes muchísima curiosidad está aquí). Pero mis amigos escriben mucho mejor y para un público más amplio. La Prehistoria en la Mochila, de Ignacio Martín Lerma cuenta las andanzas de Sepik, un joven neandertal que hace un viaje alrededor de la Península Ibérica, parando en los yacimientos más destacados de nuestros, no tan lejanos, «primos». El relato incorpora todo lo se sabe (o se sospecha) de los neandertales hasta la fecha, pero no puedo decir mucho más hasta que lo lea.

Un Calamar disfrazado de Caracol es la primera entrega de las aventuras de John Cánovas O’Malley, hijo estadounidense de padre murciano y madre americano-irlandesa, paleontólogo de formación y espía por coyuntura durante la Segunda Guerra Mundial. Marcial de la Cruz Martín, creador del personaje, es compañero de la Asociación Cultural Paleontológica Murciana, así que lector avezado reconocerá belemnite y ammonite en el título del libro, por si el diseño de la portada no fuera suficiente.

Como estoy hablando de mi verano, no podía faltar aquí Introduction aux méthodes de Baire, el último libro de Gilles Godefroy, que pienso disfrutar al igual que los otros. El teorema de Baire es una potente herramienta en Matemáticas que permite demostrar la existencia de ciertos objetos sin necesidad de construirlos explícitamente… y hasta aquí puedo leer, que decían en un famoso programa de la tele. Los profesores seguimos estudiando toda nuestra vida, pero si se hace en libros bien escritos, como éste, mucho mejor.

Una promesa…

Después del verano incorporaré una nueva línea al blog donde hablaré de libros que que me gustan o son relevantes para el conocimiento de los temas que trato.

¡Qué aproveche la lectura!

PD: No tengo ningún beneficio económico por las recomendaciones hechas en este post.

Las librerías de Francia

Supongo que los primeros posts tienen bastante de autojustificación y aún no sé cómo empezar de otra forma… Cuando comenté a mis amigos que iba a poner en marcha un blog algunos me dijeron que eso ya no se lleva. Que es mucho mejor un canal de YouTube o TikTok, y basar la comunicación en vídeos porque la gente ya no lee. Ciertamente, es un argumento de peso, y si antes tenía alguna duda, ya ha desaparecido completamente: nada de vídeos. Voy a seguir escribiendo, porque este blog es para la gente que lee, aunque seamos cuatro gatos mal contados. Tengo mucho respeto por los profesionales que graban y publican tutorials, particularmente los de fontanería casera. Pero lo siento mucho, sin lectura no hay cultura. Aunque el papel va siendo progresivamente reemplazado como soporte, la salud de sus librerías sigue siendo un buen indicador del desarrollo de una sociedad. Para explicar esto mejor, un ejemplo, librerías de España contra librerías de Francia. Lo siento de nuevo, aparte del fútbol, Francia va por delante también en esto.

Las mil y una noches, comprada en la Librería de Mariano, mejor sin sobrecubierta

Un pueblo no muy grande como Archena, hasta los primeros años de este siglo tenía una librería. Digo bien, librería, no una papelería que ofrece unos pocos libros, particularmente los anunciados en la tele. La Librería de Mariano era prácticamente una cueva, por la poca luz que entraba y lo angosto de sus estanterías repletas de libros. Todas las colecciones: Austral, Alianza, Destino, Alfaguara, algún Gredos, diccionarios enciclopédicos Sopena… Ahí compré mi primer ejemplar de Las mil y una noches (tengo unos cuantos… quien conozca esta compilación de historias lo entenderá perfectamente). Mariano «el Librero» (que en realidad no se llamaba Mariano, cosas del marketing, supongo) atendía con una levita gris y asesoraba diligentemente sobre cualquier libro que se le preguntara. Ha llovido bastante desde que Mariano se jubiló y traspasó el negocio con la condición de que conservara el nombre. Y así ha sido: la todavía llamada Librería de Mariano, ahora al otro lado de la calle y en un local mucho más luminoso, decora su escaparate con los libros de la tele y regalos de primera comunión. Otras librerías de la Región han corrido peor suerte, como Yerba en Murcia o Escarabajal en Cartagena. Incluso el emporio Diego Marín ha tenido que reducir sus locales a sólo dos: la clásica González Palencia y la «juguetería» sita en el polígono El Tiro. Cierto es que han aparecido comercios nuevos, como Casa del Libro o las secciones de libros en grandes superficies, pero su política anti-fondos me impiden considerarlas librerías sensu stricto.

Le Somail (foto tomada de micrucerofluvial.com porque es mejor que las mías)

Mientras que en España hay centros comerciales donde no se venden libros y pueblos sin librería, en Francia se pueden encontrar librerías sin pueblo. El Canal du Midi, en su recorrido desde Toulousse hasta el Mediterráneo ofrece numerosas estampas bucólicas y rincones singulares. Uno de ellos es Le Somail, que no llega a la categoría de pueblo y se queda en aldea (hameau, en francés). Un puente de piedra sobre el Canal, el centro vital de este caserío, desde el que se observa el embarcadero, una terraza al aire libre donde degustar los vinos del Languedoc, y una sorprendente librería. Ya antes de entrar en la Librairie Ancienne, hay que esquivar mesas con libros viejos o dañados a precios económicos. Un pasillo relativamente largo atestado de libros hasta el alto techo conduce a una enorme sala rectangular con dos alturas y exposición en el centro. La foto lo explicará mucho mejor que yo.

La apoteosis de los libros en la Librairie Ancienne du Somail

Dos advertencias. En primer lugar, la librería de Le Somail es esencialmente una librería de viejo (para ser justos, tendría que haber mencionado el mítico Bazar del TBO en mi repaso a Murcia). Una librería moderna ofrece lo que se ha publicado en los últimos años, una librería de viejo ofrece lo que se ha publicado en los últimos siglos. No hay comparación. En segundo lugar, la mayor parte de los libros están en francés. Recomiendo el conocimiento de esta lengua de cultura que nos abre las puertas a una infinidad de obras interesantísimas que nunca se traducirán al español por motivos más que obvios.

Una calle de Montolieu

Remontando el Canal du Midi, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, llegamos a la amurallada Carcassonne, también Patrimonio de la Humanidad y tal… y a menos de 20 km de allí está Montolieu, uno de los varios Villages du Livre que tiene Francia. Más de 15 librerías (como el número puede fluctuar os dejo este enlace), y alguna con varios pisos, en un pueblo que se recorrería en menos de diez minutos. No hace falta decir que a Montolieu no se va a disfrutar de sol y playa. Aún así, recibe muchos turistas en verano, diría que bastantes más que Urueña, su villa homóloga en España. Os sugiero, como actividad instructiva de vacaciones, efectuar la comparación de Montolieu, Canal du Midi y Languedoc, con Urueña, Canal de Castilla y Ribera de Duero. Para que haya una mención a las piedras, cerca de Carcassonne y Montolieu está Salsigne, en cuya mina a cielo abierto se explotó hasta 2004 el oro contenido en las piritas arsenicales.

Son muchos años yendo a Francia y he desarrollado una serie de rituales alrededor de los libros. Por ejemplo, cuando paso por París siempre visito la Gibert Joseph del Boulevard Saint-Michel. Pero no quiero aburrir al lector con más recuerdos de librerías francesas. Para acabar este post lo mejor que se me ocurre es una despedida con estilo… no la mía, sino la una librería gala en el momento de su cierre. Sí, también cierran librerías en Francia. Esta nota la encontré en 2016 en un escaparate de Saint-Martin-de-Crau, en esa peculiar región taurina conocida como La Camarga. La foto no es muy buena porque la hice de noche.

A continuación la traducción de la nota:

Con pesar, la librería cerrará sus puertas definitivamente.

Antes de irme quiero agradecer a mis amigos lectores y a todos aquellos que me han ayudado y apoyado durante estos siete años.

Doy las gracias a todos aquellos y todas aquellas que han permitido la existencia de este pequeño comercio local.

Gracias por vuestra amabilidad, vuestra confianza y vuestra simpatía.

A los otros, los internautas y compinches, que permiten que las grandes corporaciones de siempre se enriquezcan, les diría que ya no es necesario quejarse de que el comercio (del centro) del pueblo se está muriendo.

Una página pasa para dejar sitio a otra historia

El libro que hemos escrito juntos está lleno de bellos encuentros, de buenos momentos y de gente maravillosa que están grabados en mi memoria para siempre.

Nada de rabia, nada de resentimiento, ni de rencor, sólo la preocupación por el porvenir de nuestro comercio local.

Marjorie 

Adenda 5/01/2023

En el año y pico que lleva este post publicado han ocurrido varias cosas significativas. En primer lugar, el interesante comentario del Sr. Cabrera que pueden leer abajo. En segundo lugar, decir que entre los artículos que publica el XLSemanal de Vocento, que en Murcia se vende con La Verdad, apareció un artículo de Isabel Coixet con una referencia implícita a Montolieu y más recientemente uno de Arturo Pérez Reverte mencionando la librería Gibert Joseph de París. Finalmente, para alegrar a los lectores murcianos, no dejen de visitar la librería Mandrágora. De haberla conocido antes, este post no hubiera resultado tan pesimista.